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El Camino Inca a Machu Picchu se encuentra en una encrucijada: ¿Pueden las llamas ser parte de la solución? 

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En los últimos meses, el Perú se ha visto sumergido en la confusión tras varios disturbios sociales que han causado al menos 70 muertos.Dichos disturbios sociales han afectado directamente al sector turismo con el dramático y perjudicial cierre de Machu Picchu. Pero lo que aún no ha sido difundido por los medios de comunicación internacional es la aprobación de una polémica nueva ley para los porteadores que trabajan en el clásico Camino Inca hacia Machu Picchu. En medio de toda esta agitación, podría haber una solución sostenible para al menos algunos de los problemas que siguen aquejando a una de las caminatas más famosas del mundo. Y las llamas son parte de este plan...

Perú estalla en disturbios civiles y el turismo se paraliza

Desde inicios de diciembre del 2022, un vacío en el poder político ha consumido al Perú, los mismos que han provocado disturbios sociales en las zonas rurales del interior del país. La violencia y los bloqueos de carreteras han causado más de 70 muertos, han paralizado las economías regionales dañando la imagen internacional de seguridad y estabilidad del Perú. Los disturbios fueron manipulados por ciertas agendas, algunas opacadas por narcos, mineros ilegales y populistas andinos de Bolivia. Pero éstos actuaban de forma paralela y concertada con las auténticas y muy necesarias reivindicaciones de las comunidades indígenas en su lucha por un lugar igualitario en la sociedad. El arraigado sentimiento del resentimiento social y vulnerabilidad económica entre las poblaciones andinas era como la mecha del fuego.

Debido al cierre de Machu Picchu y los bloqueos de carreteras en toda la región del Cusco, el impacto en el turismo ha sido desastroso, con estimaciones que alcanzan los 600 millones de dólares en pérdidas en el primer trimestre del 2023. Lo que duele más aún es que el divisionismo por quienes buscan llenar el vacío de un presidente destituido utilizó la política de identidad andina para luchar por su causa - tratando de crear una brecha entre proveedores turísticos y las comunidades indígenas del Cusco, y la de sus alrededores con las cuales trabajaban. Quienes estamos en la industria del turismo, era como si el estilo de vida indígena y el patrimonio cultural que nosotros venimos promoviendo al mundo actuaran de una manera autodestructiva, realizando una especie de misión kamikaze directa al corazón del sector turístico del Perú. ¿Cómo podemos explicar esto? y más importante aún ¿Qué podemos hacer para evitar que esto se repita?

Es importante mencionar que la mayoría de los trabajadores del sector de turismo en Cusco no estaban a favor en la forma en que se llevó a cabo ni en las exigencias de las protestas. Sin embargo, lo que es crítico es que la imagen de un Machu Picchu cerrado, e incluso de un pequeño grupo de campesinos vestidos con trajes tradicionales, era impactante. Fue como si un siglo de folletos turísticos brillantes de Machu Picchu se hubiera vuelto sombrío. Las manipulaciones que hay detrás de las diversas agendas sobre los disturbios, sabían exactamente el simbolismo que necesitaban para captar la atención nacional y mundial, aprovechándose del resentimiento y el sentimiento en general de injusticia en las zonas rurales del Perú para poder lograr sus propios fines.

Una breve historia social y económica del Camino Inca, sus porteadores y su autor

Hace casi 18 años, llegué al Valle Sagrado como voluntario de una ONG que trabajaba en el ámbito de los temas sobre los derechos de los porteadores. Era una pequeña organización de menos de media docena de jóvenes veinteañeros, procedentes principalmente de universidades de Europa y Estados Unidos. Mi estancia fue breve pero profundamente transformadora. Había pasado la primera mitad de mis veintes en el sector de servicios en una de las comunidades más prósperas del planeta, en California. De repente, me vi inmerso en las comunidades indígenas de los altos Andes, conociendo un servicio de otro tipo: el de la mano de obra indígena en el Camino Inca a Machu Picchu.

Cinco años más tarde, cuando me nacionalicé como peruano, fundé una empresa como operador turístico, la cual promocionaba y traía viajeros para recorrer el famoso y clásico Camino Inca a Machu Picchu. Todo aquel que vendiera turismo en el Perú a principios de la década del 2010, promocionaba también Machu Picchu junto con alguna experiencia de trekking para poder llegar hasta ahí. 

Durante la década anterior, se habían establecido reglamentos básicos sobre el salario mínimo, la edad, los límites de carga para los porteadores y una serie de requerimientos como los desperdicios (residuos). El Camino Inca como marca cobró fuerza durante esos años. La demanda superaba fácilmente la oferta regulada de 250 excursionistas al día, y las excursiones se extendieron a rutas cercanas como la de Salkantay. El operador turístico que fundé ahora envía viajeros por todo el mundo, mucho de esto se lo debemos a nuestros inicios en alguna manera de la comercialización de la "Marca Camino Inca" en las plataformas digitales actuales. 

Diez años después de mi inmersión inicial en los Andes, decidí profundizar en el tema, liderando un esfuerzo de varios años para explorar el Gran Camino Inca, las 2.000 millas por la espina dorsal de los Andes, comenzando en Cuenca-Ecuador y terminando en Cusco-Perú. Caminamos durante 130 días seguidos, apoyados por una caravana de llamas y un equipo de porteadores que, de otro modo, habrían pasado la temporada trabajando en el clásico Camino Inca a Machu Picchu.

Aquella expedición nació de mi curiosidad por los Incas. Si bien había superado las multitudes y la accesibilidad de los caminos alrededor de Cusco, yo valoraba la actividad económica, el empleo que generaban y el impacto positivo que tenían en los visitantes. Necesitaba comprender mejor la dimensión de los caminos incas y su papel en la que fue la sociedad más avanzada de la Sudamérica pre-europea. Y hacerlo con las llamas y mis colegas indígenas me ayudarían a entender cómo estos animales autóctonos, apoyados con conocimientos indígenas, podrían ayudar a modernizar el trekking (caminatas) en la región de Cusco y así hacerlo más sostenible. 

La industria turística del país existe gracias a la dependencia a Machu Picchu, que es sólo uno de los innumerables sitios incas en lo alto de una montaña peruana, es insostenible desde el punto de vista medioambiental y socioeconómico, como se nos ha recordado duramente a todos en los últimos 90 días, mientras Machu Picchu se mantuvo cerrado.

Llamas on the Great Inca Trail, SA Expeditions
Group of llamas on the Great Inca Trail in northern Peru. The llamas carried the bulk of the gear for 130 days during the author's expedition from Cuenca, Ecuador to Cusco, Peru.

Surge una sorprendente y extraña ley del trabajador Porteador

Justo antes de la destitución del presidente izquierdista, agentes políticos clandestinos impulsaron una nueva ley para porteadores sin consultar los porteadores ni a las empresas que habían contribuido en la construcción de la industria del Camino Inca en los últimos 30 años. La ley, que aumentaba el salario de los porteadores, también implicaba que debían ser empleados formales tal como si estuviesen trabajando en un edificio de oficinas en Lima. En el contexto local, esto implica limitar la capacidad de los porteadores para trabajar con múltiples agencias y establecer límites en los días y horas en que se les permitiría trabajar en el camino Inca (ninguna organización gubernamental o de otro tipo, ha podido definir claramente cómo implementar la nueva ley en la práctica). Cualquiera que tenga una ligera comprensión de cómo los porteadores equilibran el trabajo en el camino inca con formas más tradicionales de trabajo en la agricultura y la comunidad, se daría cuenta de que esta forma rígida de pensamiento occidental no tiene sentido en el contexto andino local.

Es casi como si la hubiera redactado una ONG occidental con buenas intenciones, para hacer que la aplicación de la ley fuera casi imposible de gestionar en la práctica. Lo que sí hizo la ley, sin embargo, fue tender una trampa política, dificultando que cualquiera que reconozca la necesidad de mejorar el salario y las condiciones de los porteadores se oponga a la ley. Además, se ha utilizado para distanciar y dividir a las comunidades indígenas de las empresas de turismo con las que se habían asociado para desarrollar el turismo de aventura.

Los operadores registrados en el Camino Inca a Machu Picchu e implicados en los principales gremios turísticos del país trabajan ahora para hacer una pausa y revisar la ley. Cualquier observador casual con acceso a este proceso se daría cuenta rápidamente de que los aumentos salariales de los porteadores no son un punto conflictivo. La mayoría de los operadores turísticos creen que es necesario un aumento salarial, con o sin la nueva ley, que está siendo impugnada ante los tribunales con el apoyo matizado del principal sindicato de porteadores y de las agencias de viajes que financian los esfuerzos.

Porters on the Inca Trail to Machu Picchu crossing a bridge
Porters on the classic Inca Trail to Machu Picchu. In recent years, the maximum carrying weight for a porter is 44 lbs. (Photo: Chris Feser, Wikimedia Commons)

Crear oportunidades económicas de alto valor que también beneficien al planeta

Mientras nuestra industria y sus numerosos socios trabajan juntos para encontrar una solución a la incertidumbre que rodea a la nueva ley de porteadores Nº 31614 tal y como ha sido creada, no pude evitar acordarme de como las llamas nos acompañaron a todo nuestro equipo a través del Gran Camino Inca.

Un breve repaso de cómo funcionan las llamas en sus ecosistemas nativos... Las patas de las llamas son como las de los perros, lo cual significa que no destruyeron los caminos incas de 600 años de antigüedad, a diferencia de como si lo hicieron los animales ungulados (con pezuñas) europeos. Además, las llamas solo mordisquean la parte superior de la hierba conservando así las raíces, mientras que los animales ungulados las arrancan de raíz. A esto se suma el valor del estiércol de las llamas como un fertilizante, lo cual es fundamental para restaurar los delicados ecosistemas andinos que han sido destruidos por el sobrepastoreo de animales ungulados desde la llegada de los europeos. La identidad cultural de los Andes siempre estuvo íntimamente ligada al uso de las llamas como herramientas de carga y transporte, y traer de regreso a estos animales no hará sino reforzar las prácticas tradicionales, así como la identidad de las poblaciones indígenas. Incluso los caminos incas construidos en el siglo XV eran tanto para las llamas como para los humanos. Hoy en día, el 99% de todo el turismo de Cusco que utiliza animales para la carga, son animales ungulados (con pezuñas) europeos.

Hoy en día, en el 2023, para evitar el deterioro del muy famoso Camino Inca a Machu Picchu y su delicado medioambiente y cultura; nuestra industria utiliza mano de obra indígena para transportar todo tipo de accesorios de confort para los visitantes occidentales. Es hora de que avancemos hacia el futuro reviviendo el pasado. El Camino Inca, y todos los otros Caminos Incas comerciales en Perú, deberían estar trabajando para restablecer el uso de llamas para la carga: no humanos e idealmente menos uso de animales ungulados. Los esfuerzos para que esto ocurra deben aumentar de velocidad, ya que de ello dependerá la sostenibilidad medioambiental de los caminos y el acuerdo social entre las comunidades indígenas y el turismo.

Traer de regreso las llamas al Camino Inca podría extender el desarrollo de las capacidades de cría de llamas a pequeña escala entre miles de familias indígenas de la región de Cusco. También aumentaría el valor para los visitantes al tener la oportunidad de hacer caminatas con llamas, además de este factor diferenciado, obtendrían una visión más auténtica de la cultura andina. 

Y lo que es más importante, el uso de miles de llamas como animales de carga crearía una enorme oportunidad económica para las poblaciones locales. Los viente y tantos kilos que soporta una llama son similares al peso que lleva un porteador, lo cual significa que necesitaríamos una cantidad similar para transportar cargas en el Camino Inca. Si se establecen normas para evitar que los monopolios proporcionen el potencial de las llamas, se incentivaría a los porteadores y a sus comunidades a criar llamas para las caminatas, y también les permitiría pasar de ser porteadores a llameros (cuidadores de llamas) para los cientos de miles de turistas que vienen a hacer excursiones por los Andes cada año.

Flavio Paucar signing work contract on Inca trail
Flavio Paucar, a cook on the Inca Trail, reviews his work contract including increased pay and benefits while working on the trail.

Una solución a corto plazo sin perder de vista el objetivo a largo plazo

Ahora mismo, para preservar los puestos de trabajo y seguir reactivando el sector turístico peruano frente al golpe por pandemia, debemos encontrar una solución a corto plazo modificando y esclareciendo la ley de porteros. Debemos ser pragmáticos en nuestras acciones basadas en las realidades actuales, y emprender acciones centradas en el ser humano y dentro del contexto local. Los aspirantes a políticos y las ONG extranjeras no suelen tener la economía local y el empleo en el centro de sus agendas.

Hasta que encontremos una solución a largo plazo a la utilización de seres humanos como porteadores, tenemos que aumentar el salario de ellos y garantizar que dispongan del equipo necesario para estar abrigados, secos y cómodos mientras duermen y trabajan en las caminatas. Tenemos que aprender de la experiencia de las empresas que han estado al frente de la economía del Camino Inca y del bienestar de las comunidades de porteadores en las últimas décadas.

Al mismo tiempo, necesitamos diversificar la forma de promocionar el término/marca "Camino Inca" en los mercados de origen para capitalizar toda la demanda (no sólo 250 excursionistas en la versión clásica) de los interesados en conocer el Camino Inca. Por último, pero muy importante, debemos tener cuidado con los monopolios de operadores en el Camino Inca clásico para aumentar la competencia y ampliar las opciones de los porteadores a la hora de decidir con qué empresa(s) quieren trabajar.

Necesitamos ser más sostenibles y diversificados como industria. Nuestros ingresos, los puestos de trabajo que creamos y las comunidades que fortalecemos así lo exigen. Las llamas pueden y deberían formar parte de esa solución.

SA Expeditions and QN Peru team
SA Expeditions outfitter for the classic Inca Trail, takes a picture with the porter team at the end of their meeting to establish commitments between both sides.

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